Lo que vemos en los adultos que nos rodean, las películas y la cantidad de textos publicados es que la salud mental y el trabajo están divorciados, pero ¿es así o se puede lograr salud mental en el lugar de trabajo?
De pequeños soñamos con lo que seremos cuando seamos grandes. Nos imaginamos como las personas que admiramos. Estas figuras pueden ser papá o mamá, la maestra, algún vecino, los padres de algún amigo o una figura pública que nos inspire.
Cuando llegamos al mundo laboral descubrimos que la realidad puede ser más retadora de lo que pensábamos. Nos enfrentamos a la jerarquía, la toma de decisiones, hablar en público y la angustia de cumplir tiempos y acuerdos.
La necesidad de generar ingresos suele ser un factor relevante que nos puede llevar a darle prioridad al trabajo por encima de otras actividades importantes como la familia, las amistades y el tiempo personal, generándose una carga difícil de sobrellevar.
Si estás comenzando tu vida profesional y te identificas con algunos de estos retos laborales, te compartimos algunas ideas para mantener tu salud mental en el lugar de trabajo y no morir en el intento.
#1 Investiga sobre la empresa antes de comenzar a trabajar en ella
Las entrevistas laborales son procesos que suceden en ambas vías: por un lado, el entrevistador necesita una persona para realizar un trabajo, y por el otro, la persona debe saber si esa empresa es el lugar que se ajusta a sus expectativas laborales.
Antes de ir a una entrevista investiga sobre la empresa y descubre si es el lugar donde te gustaría trabajar. Si es posible, contacta a algún empleado que te hable del ambiente laboral y te recomiende si aplicar (o aceptar) o no a alguna oferta.
El dinero es importante, lo sabemos; pero si tu jefe es una persona antipática y grosera, el nivel de exigencia es desbordado y demanda de tu tiempo personal y de descanso; el precio que pagarás será más alto que tu sueldo e igual terminarás buscando otra alternativa.
Trabajar en un ambiente que invite al aprendizaje, con un equipo de soporte te resultará altamente recompensante; podrás visualizar un plan de carrera y desarrollar habilidades que te impulsen al siguiente nivel.
#2 Entiende y conecta con tu supervisor y equipo de trabajo
La comunicación es un factor clave para lograr relaciones profesionales exitosas. Los supervisores son los primeros guías con quienes debemos hacer un verdadero equipo de trabajo.
Si ya estás trabajando, busca siempre recibir lineamientos claros para realizar un buen trabajo. Evita las suposiciones. Si tienes dudas, pregunta hasta que sepas lo que debes hacer. Los mayores conflictos se dan por problemas de comunicación.
Sé una persona proactiva, abierta a recibir correcciones y a los cambios. En algunas ocasiones deberás seguir instrucciones precisas y en otras podrás proponer tus ideas, detecta cuándo es adecuado hacer una cosa u otra.
#3 Conoce si la empresa cuenta con programas de salud mental
Si trabajas en una organización grande, probablemente Recursos Humanos cuente con algún programa para promover la salud mental de sus colaboradores. Esto podría ser:
- Una línea para denunciar casos de abusos sexuales, intimidación o cualquier otro tipo de violencia. Por ejemplo, Lutheran World Relief, promotor de EmpleandoMentes, cuenta con la línea Convercent para denunciar cualquier tipo de abuso que sus colabores directos, o los de las organizaciones aliadas, hayan cometido con cualquier persona participante en sus proyectos o programas. Ve Código Ética y Políticas.
- Actividades para realizar pausas activas que eviten el sedentarismo.
- Actividades de integración profesional.
- Espacios para brindar retroalimentación sobre el trabajo, las dinámicas grupales, cel lima laboral, entre otros.
- Apoyo profesional para ayudar a los colaboradores en situaciones de estrés, presión, pérdidas, depresión, entre otros.
Si tu lugar de trabajo no cuenta con estos recursos, puedes generar conversaciones con tu supervisor (a) y compartirle tus inquietudes de forma oportuna y adecuada.
#4 Sé un promotor de salud mental en tu trabajo
El verdadero responsable de tu salud mental eres tú, para esto busca siempre tener una actitud positiva ante los retos, mantén un buen ánimo a pesar de las adversidades, logra una sana comunicación con tu equipo de trabajo y cumple con tus compromisos y responsabilidades.
Como decía Mary Poppins (Disney, 1964)
“En toda labor u ocupación, hay un elemento de diversión. Se busca ese elemento y snap, el trabajo es un juego.
Y si penoso es el quehacer, muy fácil puede ser,
Se hará con placer, es fácil comprender,
Que la peor medicina con azúcar gustará,
Lo amargo quitará, sabrosa le sabrá.
Toda purga endulzará y se puede saborear”
#5 Mantén un balance en la distribución de tu tiempo
A veces el compromiso con el trabajo es tan alto que podemos volvernos adictos a él. Si te excedes continuamente de tu horario laboral, llevas trabajo a casa o lo haces durante los fines de semana o incluso en vacaciones, solo hablas de trabajo con tu familia y amistades, y en las noches tienes insomnio por pensar en la oficina… ¡Estás en serios problemas!
Las personas somos un equilibrio entre nuestras actividades profesionales, familiares, sociales y personales. Estas cuatro áreas deben mantenerse balanceadas para avanzar en nuestras metas.
Respeta tus tiempos personales, haz pausas saludables, descansa, ten hábitos sanos y cultiva relaciones amables con las personas a tu alrededor. Todo esto impactará positivamente en tu ánimo, entusiasmo, productividad, asertividad y resultados profesionales.
En EmpleandoMentes podemos ayudarte con herramientas que te faciliten la creación de tu camino. Síguenos en nuestras redes sociales, en Facebook e Instagram, visita nuestra página web y escríbenos si deseas que nuestros especialistas te brinden orientación en tu proceso.
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