Los adolescentes también tenemos problemas

Cuando hablamos de problemas pensamos que solo les pasa a los adultos con sus grandes responsabilidades, altas deudas y vidas estresadas. ¡Esos sí que son problemas! Todo lo demás es irrelevante. Olvidamos que todos, a cualquier edad, tenemos retos que pueden ser complejos mientras los afrontamos.

La adolescencia es el periodo de transición más complicado que vive el ser humano. Pasamos de la niñez a la adultez para empezar a construir una vida autónoma y con estilo propio. 

¿Cómo no tener conflictos si estamos respondiendo la pregunta del quién soy? Hay que estar atentos y prestar especial atención a la salud mental. Los adultos cuidadores y los propios adolescentes debemos abrazar esta etapa y buscar, recibir y aceptar toda la ayuda posible para fluir con los cambios y retos que van apareciendo.

Algunas cifras de la OMS sobre la adolescencia en el mundo

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) “aproximadamente un 20% de los niños y adolescentes del mundo sufren algún trastorno de salud mental, y el suicidio es la segunda causa de defunción entre las personas de 15 a 29 años de edad”.

Advierten que la mitad de los trastornos de salud mental se manifiestan antes de los 14 años, por lo que restarle importancia o ignorarlos tiene graves consecuencias en el desarrollo de la vida adulta, pudiendo afectar la salud física y mental, y dificultando las posibilidades de llevar una vida plena en el futuro.

La depresión, la ansiedad y los trastornos del comportamiento son las principales causas de enfermedad y discapacidad entre los adolescentes. “Se calcula que el 3,6% de los adolescentes de 10 a 14 años y el 4,6% de los de 15 a 19 años padece un trastorno de ansiedad. También se calcula que el 1,1% de los adolescentes de 10 a 14 años y el 2,8% de los de 15 a 19 años padecen depresión”.

El resultado final es que los adolescentes con trastornos mentales están más expuestos a ser socialmente excluidos, a sentir discriminación y estigmatización; lo que afecta sus habilidades educativas, su salud física y los pone en una peligrosa situación de riesgo. 

Aplica estas recomendaciones para cuidar tu salud mental 

Toma el control y cuida tu salud mental con estas recomendaciones.

  1. Pierde el miedo al psicólogo.

Los especialistas en salud mental son expertos en el comportamiento humano que ayudan a encontrar respuestas y caminos para avanzar. 

Borra las viejas ideas que dicen que los psicólogos son para los enfermos, que no necesitamos ayuda y que podemos resolver solos nuestros problemas. Está bien pedir ayuda, necesitamos encontrar las respuestas para aprender y crecer.

  1. Escoge bien a lo que te expones

Vivimos en un mundo de medios digitales y globalizado. La información está a un clic, pero ¿es la correcta?, ¿la que necesitas?, ¿la que responde a tu realidad?, ¿es realmente verdad?

Hay muchas personas opinando y torciendo realidades. Hay contenidos que se crean para confundir. Internet es el espacio en donde la verdad y la mentira navegan de la mano, y es nuestra responsabilidad ser selectivos con los contenidos que vemos y escuchamos. 

Valida la información, revisa las fuentes originales, escucha voces que te nutran, busca aportes positivos a tu vida y desecha lo que te genere miedos y angustias.

  1. Cuida tu círculo de influencia

También debes evaluar tus amistades. ¿Son las correctas?, ¿te ayudan?, ¿van hacia donde tú quieres llegar?

Durante este período puedes relacionarte con personas que te hagan sentir que “perteneces”, pero te alejan de tus objetivos, te ponen en riesgo y pueden terminar dañándote.

Construye tus ideas de futuro y plantéate metas que te pongan en el lugar a donde sueñas llegar. Busca mentores, personas que están o saben cómo llegar a donde tú quieres ir. Únete a grupos que compartan tus gustos, preferencias e ideas. Apuesta por ti sin dañar a los demás.

  1. Aprende a entender tus emociones

Las emociones no son buenas ni malas, son expresiones de sentimientos humanos. Algunas nos generan más placer y las calificamos como positivas (amor, felicidad, paz) y otras no y las vemos negativas (miedo, rabia, rencor).

Lo importante es aprender a identificarlas (estoy molesto/a), aceptarlas (sí, es verdad, estoy molesto/a), comprenderlas (tengo estas razones para sentirme así) y canalizarlas (lo mejor es que pause esta conversación, me despeje y luego la retomemos).

A este manejo de las emociones se le llama Inteligencia Emocional, y es una habilidad que te permitirá tener relaciones sanas con nosotros mismos y los demás.

  1. Otras personas están pasando lo mismo que tú

Aunque no lo creas, no estás solo/a, hay otras personas que han estado en tus zapatos y entienden lo que te pasa. Conectar con ellas es muy enriquecedor porque ayuda a que nos sintamos escuchados, comprendidos y nos dan ideas para avanzar.

¿Cómo conseguir a estas personas? Abre tu corazón y tu mente y observa lo que pasa en tu entorno. Te sorprenderás con lo que encontrarás (o a quién encontrarás).

  1. Pierde el miedo a hablar

Atrévete a iniciar la conversación y a compartir tus ideas. Hablar es la posibilidad de que otros te escuchen, pero, sobre todo, de que tú mismo te escuches. A veces las respuestas las buscamos afuera, pero están adentro y no podemos (o queremos) verlas.

Cuando compartes tus problemas, verbalizas tus emociones, describes situaciones y entiendes el porqué de las cosas; entonces ves con claridad la solución que buscabas. Si lo tuyo es hablar, habla; si es pintar, pinta; si es escribir, escribe… lo importante es comunicar lo que llevas por dentro.

En EmpleandoMentes queremos ayudarte con herramientas que te faciliten la creación de tu camino. Seguinos en nuestras redes sociales, en Facebook  e Instagram, visita nuestra página web y escribinos si deseas que nuestros especialistas te brinden orientación en tu proceso.

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